Era la canción que me dió por escuchar el verano, en el que me fuí a Canadá. El verano que Coral vino a verme al aeropuerto vestida de afro. Me iba a madrid a estudiar, y ella, cada vez que escuchaba esa canción, lloraba un poquito, y se acordaba de mí. Al final, acabó poniéndosela de tono de llamada, para que cuando yo la llamase sonase eso, esa canción. Una vez, quedamos para cenar estando yo en Madrid, y ella en Málaga. Nos pusimos la cámara web, y empezamos a hablar mientras comíamos jugando a ver quien era mas asqueroso. En esa conversación le dije, que me aprendería la canción, y ella dijo algo así como, no lo hagas, que lloro! o algo así...
Ya se tocarla, y cantarla a la vez, y básicamente cumple la misma función; suena cuando la estoy llamando.
People think she beautiful, well that's for sure
Give a little loving, but I still gon need some more, rob it
Steal it from the rich and then give it to the poor
Telling everbody it don't matter anymore, she said
All I really needed was a friend like you
Help me through and together we can change, but
If I was to stay it wasn't for too long
People sing the same song everywhere I'm going
Closer to the sun and far from the moon
People screaming out they gonna see me real soon, they say oooo oooo oooo
People think she beautiful, well that's for sure
Give a little loving, but I still gon need some more, rob it
Steal it from the rich and then give it to the poor
Telling everbody it don't matter anymore, said
All I really needed was a friend like you
Help me through and together we can change, but
If I was to stay it wasn't for too long
People sing the same song everywhere I'm going
Closer to the sun and far from the moon
People screaming out they gonna see me real soon, they say oooo oooo oooo oooo.
Hoy, mi gran amigo Luis, me llamó. Sabía perfectamente para qué era, y antes de que pudiese hacer nada le dije por favor, no me pases a nadie. Empecé a temblar como un tontorrón, y tuvo Luis que convencerme. Un minuto de conversación, en la que estaba tan nervioso que solo podía asentir, reirme de forma nerviosa. Al medio minuto se me cayó el alma a los piés, y las lágrimas me cayeron tan fuerte que, seguramente lo escuchara ella.
Le pedí disculpas, por no haber llamado ántes, y le faltó tiempo para quitarle importancia.
Gracias Paca.
