Me preguntó Luis, la primera vez que le comenté la existencia de este blog, si no me dolía actualizar, abrir el blog. Me preguntó que cómo era yo capaz de hacer esto.
Me duele todas y cada una de las actualizaciones que hago. Me duele cada minuto de cada noche en la que no estoy acompañado, porque las noches en las que estoy solo, me encuentro conmigo mismo, y no te encuentro a tí.
Cada vez tengo menos cosas nuevas que pensar. Primero pasé por querer dejar constancia en mi vida de lo sucedido. Me llegué a replantear la religión como cambio radical en mi vida. Tardé poco en desechar esa idea. Luego, seguí pensando que había algo que necesitaba cambiar RADICALMENTE. Luego, vino la idea del tatuaje que me voy a hacer. Después, pasé por la etapa de pensar si el destino, era el que era. Si tu misión en la vida, era enseñarnos algo a todos... Cuando se lo comenté a Luis, me dijo, sin ninguna maldad, que era un punto de vista muy egoísta sobre la vida, y que era injusto.
Un poco, a la vez que todo lo anterior, sentía la impetuosa necesidad de cuidar a Ara, a Laura... a Claudia...
Poco a poco, tengo esas ideas tan pateadas, que me parece absurdo volver al mismo camino, porque en vez de volver a caminarlo, me subo sin querer a una escalera mecánica que me deja donde acabé, justo antes de comenzar.
Y aquí estoy yo, otra noche a las 3:21 de la madrugada, viendo mierda por la tele, y pensando en tí.
Algo que me hace sonreir, y a la vez sentir el amago del llanto, es que cuando me enteré, no tenía esa sensación de "por lo menos, me gustaría haberme despedido". No sentía que tubiese algo que decirte, ni viceversa, y es un sentimiento tan complicado de decir que no se ni qué cojones hago intentando describirlo.
Te has ido, y poco a poco las disonancias cognitivas pierden relevancia, y se queda solo esa frase. "Te has ido".
Y me duele, me duele dentro, me duele dentro, y este dolor no cesa. La única persona que de verdad consigue ahogar mi pena, es Clara. Cada minuto con ella, me hace olvidarme de todo.
Pero, ¡eh! nunca desde un punto de vista egoísta. solo es que la cabeza a veces necesita desconectar. Para que me entiendas, Clara es el "alcohol que ahoga mis penas".
Qué corage. Todas las cosas que te estas perdiendo. Es irónico, pero te has perdido lo más bonito de la vida, el ver, como léntamente, acaba, mientras te haces viejo, rodeado de la gente que quieres, y con el respaldo de miles de fotos, que cuando dudas, te recuerdan quien eres.
Te quiero, y nunca, NUNCA me olvidaré de tí, ni dejaré de echarte de menos.
No hay otra cosa que desee mas en mi corazón, que ahora mismo, estes donde estes, estes bien.